Los masajes para embarazadas se adaptan a las necesidades específicas de cada mujer y a cada etapa del embarazo. Se utilizan técnicas suaves y aceites especiales para embarazadas, evitando zonas sensibles como el abdomen en los primeros meses. Las áreas más trabajadas suelen ser la espalda, los hombros, las piernas y los pies, donde se acumulan tensiones y molestias frecuentes durante la gestación.